¿Qué es esto?

¡Qué tupé hacer un blog de cocina sin ser una profesional del tema! Acá va mi recetario. Las comidas que cocino de verdad. Las recetas de mi mamá, mi nona, mi abuela, mi suegra, mi cuñada y mis amigas, que no quiero perder. Las cosas que disfruté sola, con mi novio, con mis amigos y mi familia. Las recetas que me piden, que ofrezco y que amo. Si les gusta, aprovechen.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Verduras protagonistas

Se dieron una serie de cuestiones: Primero, la colección de Narda Lepes que estoy comprando tiene montones de recetas con verduras realmente muy tentadoras. También AMO las verduras y más que nada cocinarlas. Y además dejé de fumar y estoy tratando de no pasarme de largo con el peso, así que las verduras son mis aliadas.
Acá les dejo varias recetas que hice en estos dos meses que llevo “limpia”.

HINOJOS CON PASAS

Primero hay que cortar los hinojos a la mitad si son pequeños o en cuartos si son grandes. Y cocinarlos al vapor. En mi caso, un poco de agua en el fondo de un recipiente para microondas y cocinar hasta que tiernicen. Ah, sí, otra novedad es que descubrí el microondas… en fin.
Luego se doran en una sartén con un poco de oliva, se suma un poco de vino blanco hasta que evapore, y agregamos, pasas, maníes, sal, pimienta y queso rallado.
Es delicioso, prueben.

BERENJENAS PICANTES

Hay que cortar una berenjena a lo largo, hacerle unos cortes que CASI lleguen a la piel y dorar en oliva un poquito boca abajo en una sartén.
Luego se dan vuelta y se condimentan con una vinagreta hecha de 3 cdas de salsa de soja, una cdta de vinagre, 1 diente de ajo picado, una cdta de azúcar y otra de ají molido. Esta salsita se pone sobre las berenjenas y se embeben bien.
Finalmente van al horno con la piel hacia abajo 10 a 15 minutos. Y listo.
Yo les tiré arriba una salsa de ají agridulce, para contrastar

PAPAS Y BATATAS RELLENAS

Primero hay que lavar bien las papas y/o batatas, meterlas en un paquetito de aluminio con un toque de oliva o el aceite que les guste o manteca. Cuando se hayan cocinado, se les saca una tapita y se ahuecan. Al puré que les sacamos, le sumamos sabor. Yo a la papa le puse queso crema y romero. A la batata le sumé queso crema y un blend medio picante que me regalaron Marce y Mariana para mi cumple. Las volvemos a rellenar y al horno de nuevo para gratinar.

FRITATTA DE ALCAUCILES Y QUESO

En una sartén gruesa se dora media cebolla y luego se retira. Se agregan dos corazones de alcauciles y se doran ahí. Sumar ajo picado a gusto, volver a poner las cebollas y ¼ taza de vino blanco. Cuando el vino evapora casi por completo, se suman 3 huevos batidos con perejil, sal y pimienta. Una vez que se hayan empezado a cocinar los bordes, sumamos queso mantecoso (la original tenía ricota, si tienen y les gusta), tapamos y que se termine de cocinar. Yo la hice en la tajine.
Genial y super adaptable a cualquier ingrediente, ¿no? Probemos.

CALABAZA ASADA

Primero hay que tener cocidos la calabaza y los garbanzos. Con todo hecho, ponemos manteca y curry en una sartén, agregamos los garbanzos y un poco de agua. Cuando todo se haya calentado, sumar hojas de espinaca y mezclar hasta que se cocine.
Finalmente se pone esa mezcla sobre la calabaza y se le agrega un huevo pasado por agua.

SHAKSHUKA

Es una receta de medio oriente que se come al desayuno. Too much, si me preguntan, fue mi cena. Yo la hice así pero piensen todas las posibilidades que nos da!!! LIBERTADDDDDDE! Conviene hacerlo en una sartén gruesa. Yo la hice en mi adorada tajine. Calenté oliva y agregué una cebolla y medio morrón cortados parejos y medio grandes. Lo cociné a fuego bajo unos 20 minutos y sumé ajo, comino, pimentón y azúcar. Mezclé y cociné un ratito más.
Finalmente se suman dos tomates frescos o media lata de tomates perita. Se baja el fuego y se sigue cocinando hasta espesar.
Luego se hace un hueco con una cuchara y ahí se pone un huevo y se cocina 2 minutos más tapado.
Mi aporte fue sumarle unos cuadraditos de queso fresco cuando ya está listo.


sábado, 26 de septiembre de 2015

Tarta de ricota

Por supuesto es un injerto. La masa de Coqui, que es una genia de la pastelería, y el relleno de una receta de Cocineros Argentinos (o algo parecido, claro).

No es de mis tartas favoritas pero tenía un día ricota y la hice. Espero me perdone Marce que es la experta en tartas de ricota y Lola, mi prima chef que, si llega a hacer una para mañana, me va a humillar con la comparación.

Bien. La masa es así: se procesan 2 tazas y media de harina leudante con 150 gr de manteca y media taza de azúcar (a mí me gusta usar impalpable porque la masa queda más sutil, pero la receta original es con azúcar común). Cuando se formó el “arenado”, se agregan dos huevos y esencia de vainilla (o ralladura de limón). Yo hago la mitad de esta receta porque mi tartera es mediana. Pero si tienen una tartera grande o le quieren hacer tapa a esta, hagan la receta completa. Esta masa debe reposar al menos media hora en la heladera porque si no es demasiado pegajosa para ser estirada.

Mientras, armen el relleno: 600 de ricota, 2 huevos, 2 cdas de Maicena, esencia de vainilla o ralladura de un limón y 200 de azúcar. Yo hago 2 tercios de esta cantidad, por las razones anteriores.

Finalmente forren la tartera, sumen el relleno y manden al horno 180° durante 40 minutos aproximadamente.


Tuvimos el tupé: el coro hace algunos ensayos y tendrán el tupé mañana la familia de Olivos y mi padre. Espero les guste

viernes, 4 de septiembre de 2015

Alcauciles rellenos al horno


¿Por qué es esta mi parte favorita del año? Por el clima, porque ya estamos en la recta final del año, porque cuando me levanto es de día, porque empiezan las actividades de la Fiesta del Inmigrante y porque hay alcauciles. Les parecerá exagerado, pero no lo es. Si vienen siguiendo las publicaciones, sabe todo lo que estos animalitos significan para mí. Fuera de broma, los alcauciles son mi nona, mi mamá y yo, los corazones, el concurso que gané. En fin, todo eso.

Cuando llega la temporada siempre hago mis recetas favoritas (los rellenos de la Nona y la tarta) pero también me gusta probar recetas nuevas. Y mucho tiempo no hay porque la temporada es muy corta.
Así que el sábado compré en la feria dos alcauciles (más que suficiente para mí) y ayer hice esta receta, que es genial. La pueden encontrar completa en la página de Narda Lepes. De ahí la saqué. Pero la modifiqué porque me faltaban cosas, claro.

El rellleno: saltear los tallos de los alcauciles con ajo y verdeo (acá vean las cantidades según su gusto). Cuando ya está, le agregamos semillas de sésamo. A esto se le suma miga de pan desgranada y remojada en leche, queso rallado y queso fresco (uno no muy blando).

Armado y cocción: se rellenan los alcauciles y se pone sobre ellos un poquito de manteca. Los apoyamos en una fuente para horno profunda y sumamos un centímetro de líquido. Yo combiné vino blanco y caldo de verduras. Tapamos con aluminio y cocinamos. Cuando el alcaucil está listo, destapamos y dejamos que dore.

Me sobró relleno. Así que lo usé para rellenar un morrón y ese es mi almuerzo. Bieeeen!!!

Tuve el tupé: yo


viernes, 28 de agosto de 2015

Tupé invitado: Panes de ajo de Jamie Oliver versión Nacho


Pasamos una mañana entera con mate y post-its viendo qué recetas queríamos hacer del libro Confort Food de Jamie Oliver que me regaló Nacho para mi cumple. Para feriado, sin duda la mejor opción eran estos pancitos de ajo. Nos salvaron el día y duraron solo a hasta el día siguiente, pero era de esperarse… La redacción y la elaboración estuvieron a cargo de Nacho, creo que yo mientras corregía o algo de eso que suelo hacer…

Panes de ajo para llenarse un feriado, o cualquier otro día de la vida! acompaña lo que sea cuando sea después de todo... Insoportablemente sencillo, y con esos dos detallitos que lo tornan impecable.

800 gr de harina , con la cantidad de agua necesaria para que se forme una masa suave, luego, desde ya, la levadura en polvo, unos 10 gr (o un sobre...lo que eso traiga) y amasar con exceso de amor, sí, ya sé, no es mecánica cuántica, pero la explicación va. Luego, dejar levar como una hora, o hasta alcanzar el doble de tamaño. Separar en hermosas bolitas.

Los detalles: la parte importante, una base ( atención con esta pasta) de manteca con ajo y perejil (mezcladitos, mezcladitos) en el fondo de la fuente que irá al horno, y atención, con pan rallado. La receta es inglesa, suponemos se trata de que el pan evite que el aceite se frite, lo que si ese pan tostadito después va a ser la Gloria Gaynor en tu boca ...lo juro. luego de que los pancitos salgan hechos del horno, agregamos sobre ellos más de esa misma pasta, solo que sin el pan rallado , dejando que se derrita sobre los panes, una gota más de horno, unos 5 minutos más apenas, y listorti!
enjoy!


Tuvimos el tupé: Nacho y yo

lunes, 10 de agosto de 2015

Pastelitos de queso y dulce


¡Por Dior! ¡Qué domingo más aburrido! Hacía mucho que no la pasaba tan mal. Además me sentía engripada y estaba de mal humor y llovía. Cocinar: santo remedio.

No me atribuyo nada de crédito por esta receta. La hice (casi) igual a la que pasó un chef que se llama Pedro Lambertini en su Facebook (el de El Gourmet Alemania – si es que miran el canal).

Lo que me pareció genial es que el queso está en la masa. La única desventaja es que, sin procesadora, no se puede hacer, por este mismo motivo.

La masa es así: procesé 120 gramos de manteca fría con 120 gramos de harina 0000 hasta que se hace un arenado. Y a esto se le agrega el mismo peso de un queso cuartirolo, mantecoso (yo usé uno tipo Cremón, con esa consistencia, ni muy blando ni duro). Se sigue procesando hasta que se forma una masa que se despega de los bordes. Cuando está, se guarda con film en la heladera un rato para que esté más firme.

Después se separa en 6 partes, se estira de medio centímetro o menos y se pone en el medio un pedazo de membrillo y un poco de mermelada por encima. Acá tenía de mamón (una rareza que compró Nacho en l
a Fiesta del Vino de la Costa). Imagino que esto también se podrá hacer con dulce de batata y cualquier otra mermelada. Luego se arma un paquetito de 10x5 aproximadamente.

Van al horno a 180° espolvoreadas con azúcar.

Quedan tan ricos que estoy controlándome para no terminarlos.

Tuve el tupé: Yo (y, si me controlo, quizás le deje uno a Nacho)


martes, 16 de junio de 2015

Mis brownies

Me atrevo a decirles “mis” porque modifiqué la receta que había anotado tantas veces que ya son mi versión. Además los hago siempre así y nunca fallan.

La ocasión esta vez fue agasajar a un grupo de alumnos que desde el año pasado van siguiendo mi pasión por la cocina. Tanto que una se enojó porque no me anoté en Master Chef, ja.

Así que, después de varias idas y vueltas, la semana pasada tuvieron sus brownies. Por suerte, aprobaron la receta. Porque, como ya dije, no falla.

La cosa es así: derrito 100gr de chocolate de taza junto con 120gr de manteca a baño maría. Cuando se enfría un poco, le sumo 200gr de azúcar, dos huevos, 120gr de harina leudante y nueces. En esta ocasión, como nueces no tenía, les puse chocolate blanco. Es importante no batir cuando incorporamos, sino mezclar. Porque el brownie es una torta de chocolate mal hecha. Así nomás.

Otra no-técnica del brownie es el horneado. Ponemos la mezcla en una fuente enmantecada y enharinada y la horneamos a horno muy fuerte durante 10 a 15 minutos. Luego se baja el horno al mínimo y se retira cuando la superficie está seca, pero no mucho el interior del brownie.

Corté 8 porciones generosas (una para cada uno de mis alumnitos) y se las llevé a clase.


Tuvieron el tupé: Valen, Mica, Iara, Zoe, Miki, Juan Esteban, Juan Pablo y Santi.

sábado, 30 de mayo de 2015

Vitel Thone

Sí, vitel thone. ¿Y qué? ¿Tiene que ser Navidad para comer vitel thone? ¿Quién dijo? Además ¿cómo voy a hacer vitel thone en Navidad si lo hace la tía Silvia que es la Walter White del vitel thone? (Chiste robado al supuesto Walter White de la torta frita). Bueno, lo hicimos en mayo, vengan de a uno.

Tampoco conseguimos peceto. Otra herejía. Pero funcionó con cuadrada. Hay que hervir un kilo y medio, aproximadamente, con un cubito de caldo por una hora y media.

Aparte se hace la salsa: una taza de mayonesa, dos latas de atún en aceite, dos cucharadas de mostaza Dijón, siete filetes de anchoa, jugo de medio limón, sal, pimienta y aceite de oliva. Se mixea todo y listo.

Por último se corta la carne en rodajas y se va disponiendo en capas alternadas de carne y salsa.

¿Puede ser más fácil y rico? No. ¿Quedó como el de la tía Silvia? Tampoco, ja.


Tuvimos el tupé: Nacho y yo

lunes, 11 de mayo de 2015

Musaka (para dos)

Bueno, primero le vamos a pedir disculpas a Yesi, mi ex alumna chef Y ADEMÁS de origen griego, por esta versión que, seguramente no sea de lo más ortodoxa (je).

La musaka es una versión de nuestro pastel de papa. El requisito era hacer receta de hogar, así que me pareció muy adecuada.

En fin, la preparación previa es todo. Primero, rehogamos dos cebollas y un diente de ajo y le agregamos canela (sip, canela). A eso le sumamos la carne picada (aproximadamente un cuarto kilo) y vamos revolviendo hasta que la carne tome color blanquito. Se agrega media lata de tomates o puré de tomates y se cocina un ratito más.

Por otro lado se cortan papas bien finitas y se hierven un poquito, que no se desarmen.

La original también lleva berenjenas grilladas (cortadas finitas y a la plancha o en el horno con un poco de oliva). Pero como no tenía, me fui de libreto y le puse espinacas cocidas. Perdón, de nuevo.

Finalmente, se hace una salsa blanca y se le agrega un huevo y queso rallado a gusto.

El armado se hace con capas de todas esas cosas intercaladas (tiene que estar todo a temperatura ambiente en este punto) y arriba de todo, la salsa blanca.

Listo, al horno hasta que se cocine la salsa blanca y se dore un poco.


Tuvimos el tupé: Nacho y yo

sábado, 4 de abril de 2015

Cuori di Pasqua

Es tradición en mi familia una receta de pascua bien de Furci (nuestro pueblo natal) que consiste en estas tortitas/masitas en forma de corazón (para las mujeres adultas), de muñecas (para las nenas) y de corderitos (para los nenes).

Este año nuestra prima Cris nos instó a continuar la tradición y aprender a hacerlas. Y, como además vamos a pasar la Pascua con mi tío Felipe y su familia y quería llevar algo dulce, me pareció una estupenda idea. También les pareció buena idea a Lu y Lore (también primas) e hicieron su versión. 

Cuestión que se me transformó en un desafío: ¿Cómo YO no voy a hacer esta receta de la Nona que tanto me inspiró en  el amor a la cocina y en la cocina como forma de demostrar amor?

No me quedaron divinos y no me animé más que al corazón, pero espero estén buenos. Como saben, lo dulce no es mi fuerte.

La llamé a mi tía María, que es la única que – hasta ahora – seguía la tradición, para que me pase sus tips y arranqué.

La receta es fácil, obviamente, como todas estas recetas tradicionales. Hay que mezclar un kilo de harina leudante con medio kilo de azúcar, ralladura de limón, 10 huevos y 10 cucharadas de aceite. Temiendo que fracasara, hice la mitad de la receta y me rindió muchísimo. Así que vean…

Luego se toman pedazos de la masa y se les da forma de corazón sobre la asadera aceitada y enharinada.

El toque final tapa todas las imperfecciones. Se cubren con un merengue que mi tía llamó “el de los 7 minutos”. Sobre baño maría se bate durante 7 minutos una clara, dos cucharadas de agua y 200 gr de azúcar. Y, pasado ese tiempo, se bate un poco más con un poquito de extracto de vainilla.

Quiero agradecer especialmente a mi compañera de trabajo y paisana italiana Stella que me prestó su batidora (si, ya sé, me tengo que comprar una urgente).


Tendremos el tupé: nosotros tres y los Felipes <3

domingo, 29 de marzo de 2015

Scones de Maizena

Disculpen la marca, pero los hago así porque no fallan. No es una receta que salga fácil así nomás. ¿Cuántas veces comieron un scon seco y creyeron no sobrevivir a ese ahogo? ¿Cuántas uno demasiado dulce? No, señores, con los scones no se jode.

Yo los prefiero comer con algo salado, pero dulce es lo más tradicional. No sé…

En fin, esta receta la saco siempre de un recetario de la marca Maizena que mi abuela Kela me donó cuando dejó de cocinar porque estaba harta y empezó a consumir delivery. Tiene las básicas: los alfajores, los profiteroles y la marmolada que hace mucho mejor que yo mi amiga Analía, la verdad.

Pongan primero los secos: 2 tazas y media de harina leudante (o si no, harina 0000 con 3 cdas de polvo para hornear), media taza de Maizena, 4 cdas de azúcar y una pizca de sal. Yo arranco el procedimiento en la procesadora. Ahora es la parte donde la procesadora ayuda: agregan 150 gr de manteca y pulsan hasta que se forma un arenado. Sin la procesadora esto se puede hacer a mano pero es más engorroso. Solo para pacientes, que no es mi caso.

Luego los líquidos son un huevo y una yema y 2 cucharadas de leche. Pulsan un poco más pero terminan de unificar en la mesada (no amasen!!!)
Después estiran la masa de unos 2 cm de espesor y cortan redondos o, como está de moda ahora, en triángulos a cuchillo.

Los disponen en una placa y al horno bien caliente unos 10 minutos. Yo antes los pinté con la clara que me quedó. Están listos cuando abajo se doraron un poco pero siguen siendo pálidos, nunca dorados, porque quedan muy secos.


Tendremos el tupé: Noe (si no le guardo algunos, la relación peligra), Marian que esta tarde me va a cebar unos mates y ayudarme con el lenguaje legal, y yo que ya me compré un queso untable con roquefort para tal fin.

domingo, 1 de marzo de 2015

Berenjenas en aceite

Siempre que voy a la feria compro berenjenas. Me gustan en todos los formatos (menos cuando quieren hacerme creer que son milanesas). Así que ayer tenía dos moradas y me dispuse a hacerlas en escabeche. Pero tenía tres inconvenientes: ni cebollas, ni zanahorias ni ganas de ir a la verdulería.

Así que me dispuse a buscar una receta alternativa. La encontré en Food52.com como “melanzane sott’olio” – hermoso. Esta me permitía sortear los inconvenientes. ¡Bingo!

Primero hay que cortar dos berenjenas medianas  en ruedas de medio centímetro. Hay gente que las corta a lo largo. Vale también. Las disponemos en un colador y le tiramos arriba sal para curarlas y quitarles el gusto fuerte. Ahora, paciencia, hay que dejarlas reposar mínimo seis horas. Luego se enjuagan para sacarles el exceso de sal.

Ahora, ponemos a hervir dos tazas de agua y dos de vinagre. Yo usé de alcohol pero dicen que es mejor de manzana. Una vez que hierve, vamos poniendo en dos o tres tandas las berenjenas y, una vez que retoma el hervor, las cocinamos 4 minutos. No se pasen porque quedan muy feas si se ablandan demasiado. A medida que las sacamos, hay que dejarlas secar. Yo usé paños limpios. Capaz que con papel de cocina también se puede.

Cuando se enfriaron un poco empezamos a armar el frasco: una capa de berenjenas, ajo cortado en láminas finitas, menta picada, orégano y aji molido o peperoncino y vuelta a empezar. Al final, cubrimos con aceite de oliva. Dura una semana (se supone, nunca llegué a que permanezcan tanto tiempo).

Hay algo que no les puse y que queda muy genial: rodajas de limón, prueben, yo sé lo que les digo.

No quiero dejar de mencionar mis berenjenas en conserva favoritas: las de la nona, las de Bet y las de Marce. Gracias, chicas.


Tengo y tendrán el tupé: yo y quien me visite. No tienen mucho tiempo, las ataco a cada rato.

viernes, 27 de febrero de 2015

Dip de cebolla (por ahora)

Esta receta la encontré en una colección de la revista Para Ti de mi amiga Marcela. Me la prestó en enero y, con todo el tiempo que tengo de sobra en enero, me tomé el trabajo de pegar post-its en las recetas que me interesaban y después las escaneé para que queden en mi computadora. Sí, puedo ser así de metódica. Lo dije.

En fin, a mí los dips me encantan para las picadas. Primero porque son ricos y segundo porque evitamos la situación papitas-chizitos-palitos-maníes que son tan grasosos y tienen tanta sal, aunque sean ricos, obvio.

La cosa es así: hay que asar en el horno dos cebollas medianas con un hilito de oliva y cortadas en cuartos. También pueden aprovechar un día de asado y las mandan con cáscara a las brasas un rato. Lo bueno de este tipo de cocción es que la cebolla pierde toda su acidez y no cae mal.

Luego, se pasa por la procesadora y se hace un puré al que se le suman: tres cucharadas de mayonesa, tres cucharadas de queso crema (recomiendo Finlandia light, pero como quieran), una cucharada de jugo de limón, un poco de pimienta, sal, orégano, tomillo y una cucharada de salsa inglesa (si no tienen, háganlo igual, no sean tarambanas).

Yo, antes de hacer el puré, separé las capas de afuera de las cebollas, que quedan doradas, las piqué y las usé de decoración.

¿No les dan ganas de probarla con otras verduras “asables”? Calabaza, berenjena, tomate, morrón, zucchini, etc… Voy a hacer el intento y les cuento.


Tuvimos el tupé: Bet y yo

miércoles, 28 de enero de 2015

Todo lo que hice con higos

Como ya les he contado, en casa hay una higuera que este verano estuvo muy prolífica. Yo no soy de esas personas que comen frutas. De hecho, no como frutas así solas. Y aunque las comiera, estuve sacando alrededor de un kilo de higos por día. Imposible. Así que hice mucha investigación para ver qué cosas podía hacer con mis higos.

Hice tres recetas que voy a compartir acá con ustedes. Prosigamos:

1)      HIGOS EN ALMÍBAR
Esta receta la saqué de una página que amo que se llama Food52 (se las recomiendo). De todas formas, le hice modificaciones como siempre.
Primero hay que apoyar un kilo de higos paraditos en una olla profunda. Se espolvorean con dos tazas de azúcar y una cucharadita de esencia de vainilla. Finalmente se agrega un centímetro de agua, que puede ser reemplazada por algún vino dulce o poner mitad y mitad. Yo los hice con agua. Se lleva a hervor con fuego fuerte y luego se baja el fuego y se cocina una media hora más o menos.
Se pueden comer tibios o fríos. Con Noe lo acompañamos con helado de crema americana como postre.






2)      MERMELADA DE HIGOS
Esta receta me la dio mi alumno Raúl, que hace mermeladas todo el verano para comer en invierno y sabe mucho del tema.
Procesé un kilo y medio de higos (sin el cabito, por supuesto). No es estrictamente necesario procesarlos, se pueden picar chiquitos, depende cómo les guste.
Los puse en una olla con jugo de medio limón, una manzana rallada y medio kilo de azúcar. Puede parecer poca azúcar, pero está bien porque los higos son muy dulces.
Tardó más o menos 2 horas en alcanzar el punto de mermelada. Para comprobar el punto hay que sacar una cucharada de mermelada y ponerla en un plato. Cuando temple un poco, pasamos un dedo por el medio y la mermelada no tiene que volver a unirse.






3)     MASITAS DE HIGO ESPECIADAS
Estas masitas también las saqué de Food52. Y las cambié un poquito, nada más.
La masa lleva: 75gr de manteca derretida, 3/4taza de azúcar rubia (como no tenía, puse media taza de azúcar negra y un cuarto de blanca), una cucharadita de esencia de vainilla, 2 huevos y 2 tazas y media de harina leudante. Una vez que unimos los ingredientes, la masa tiene que esperar en la heladera una hora.
El relleno es así: medio kilo de higos picados, 3/4tazas de azúcar rubia (hice lo mismo que con la masa), ralladura de una naranja, clavo de olor y canela a gusto. Se lleva a fuego lento y se cocina media hora o más si es necesario, hasta que tome una consistencia de mermelada dura. Le sume fuera del fuego algunas nueces – lo cual no estaba en la receta original.

Tomamos la mitad de la masa y la estiramos con palote. En una de las mitades, untamos la mitad del relleno ya templado y luego doblamos la masa. Conviene marcar las masitas antes y luego las terminamos de cortar fuera del horno. Se repite la operación con el resto de la masa y el relleno. Se cocinan unos 15 minutos a 200°.

viernes, 16 de enero de 2015

Medallones de menta y de coco. Un tupé colaborativo.

El miércoles nos juntamos con Jime en uno de nuestros encuentros maratónicos. Ella me mandó una receta para que hagamos de postre de medallones de menta y coco que estaba medio difícil de ingredientes (aceites de coco, de menta, difícil). Entonces le pasé a Jime una receta que me había compartido Noe (mi hermana) que era fácil y fuimos entre las dos pensando cómo hacerla y transformarla para hacer también de coco. Terminamos reproduciendo una receta pero también creamos una. ¡Qué tupé!

Así que llevé algunos ingredientes yo y otros aportó Jime y nos salieron estas delicias.

La mano va así: mezclamos 300 de azúcar impalpable con una clara hasta que quede como una masa fácil de manipular a mano. A eso por un lado se le puede agregar esencia de menta (antes de mezclar, claro) o coco rallado a gusto con esencia de vainilla. Luego hicimos bolitas y las aplastamos. Dejamos los medallones en el freezer para que sequen y mientras derretimos chocolate cobertura. Jime, con su prolijidad y sentido de la estética, las pintó de un lado, esperó que el chocolate seque en el freezer y luego las dio vuelta y las terminó de pintar.

Además de quedar ricas, quedaron herrrrrmosas. Se me ocurre que se les puede agregar otras esencias – cuando fui a la repostería tenían esencias de lo que se les ocurra. O también alguna cosa crocante, no sé. Creen.

Tuvimos el tupé: Jime, Dani y yo


Promesa: tendrán el tupé Noe (que se enojó un poco porque ella me había pasado la receta), Dani y Wandi. Y Marce. Paren un poco que lo mío no es la pastelería.

domingo, 11 de enero de 2015

Pesto de arvejas

Enamorada de esta receta. Bien de verano y para compartir con amigos. Además voy a decir algo: siempre odié las arvejas hasta que probé las frescas y las congeladas. Las de lata son como bolitas de arena sin gusto a nada. Las de verdad, son dulces y coloridas. Así que verán que no recomiendo que hagan este pesto con arvejas enlatadas. Pero allá ustedes.

Así de fácil es: tenemos que procesar todo lo que sigue junto:

  • ·         Una taza de arvejas (si son congeladas, las usamos ya descongeladas. Si son frescas hay que blanquearlas y dejarlas enfriar)
  • ·         Cuatro cucharadas de queso rallado. Yo usé parmesano.
  • ·         Menta y albahaca – a gusto
  • ·         Un diente de ajo
  • ·         Jugo de medio limón
  • ·         Dos cucharadas de aceite de oliva
  • ·         Sal y pimienta – a gusto

Listo el pesto. Le pueden agregar nueces como hice yo. Los veganos pueden sacarle el queso. Pueden ponerle ralladura de limón, también. Jueguen con su imaginación y usen las proporciones a piaccere. ¡¡¡Prueben, prueben!!!

Tendremos el tupé esta noche: Noe, Dani, Wandi y yo


Nota al pie para Marce y Marian: el martes les hago ;)

martes, 6 de enero de 2015

Blondies

Bueno, hoy tengo un muy mal día. Quizás cocinar me ayude, pensé. No mucho, la verdad pero bueno, ocupé un rato de mi día en este proyecto, las compras y la preparación, y esas cositas.

Esta era una de las recetas que me propuse probar este verano. La verdad que no hace mucho calor y lleva un rato de horno muy cortito.

Una de las cosas dulces que más me gustan (cuando está bien hecho) es el brownie. Tengo mi receta, por supuesto. Un día de estos se las paso. Da la casualidad que el día más horrible de mi vida, había hecho uno. Me alimenté con eso una semana, porque no tenía ganas de cocinar y sabía que tenía que comer. Incluso me llevaba cuadraditos al trabajo para la merienda.

En fin, hoy no sé si es el peor día de 2015. Ojalá que sí porque entonces los demás serán mejores. Pero me doy este regalo a ver qué pasa.

La técnica de los blondies es la misma que la de los brownies, o sea, es la no-técnica. Por eso  es fácil pero la clave es el tiempo.

Primero, se mezclan los ingredientes secos: una taza y media de harina leudante y media cucharadita de sal.

Por otro lado, se mezclan los líquidos: 100 gr de manteca derretida (esperen a que se enfríe un poco), una taza y media de azúcar rubia, dos cucharaditas de esencia de vainilla y dos huevos ligeramente batidos

Unimos todo y le sumamos una taza de chocolate picado o chips. Yo hice mitad chocolate blanco y mitad semi-amargo. Pero acá elijan. Y una taza de nueces. Yo las tosté un rato en el horno porque me gustan más, pero de nuevo elijan.

Es muy importante que no batamos demasiado al unir todas las mezclas, porque corremos el riesgo de que nos quede como una torta. Y esto NO ES UNA TORTA.

Ponemos todo en un molde cuadrado enmantecado y enharinado (yo uso papel manteca también) y cocinamos 10 minutos a horno muy fuerte. Después bajamos la temperatura al mínimo que dé el horno y sacamos el blondie cuando veamos que la superficie empieza como a resquebrajarse y está seca. Es importante que no se sobrecocine. Tiene que quedar medio crudito adentro, al igual que un buen brownie.

Listo. Esperamos que se enfríe y cortamos en cuadraditos.


El tupé hoy lo tengo yo. Pero el que me visite más adelante podrá probarlo (voy a congelarlo porque si me lo como todo voy a rodar y me estoy cuidando).