¿Qué es esto?

¡Qué tupé hacer un blog de cocina sin ser una profesional del tema! Acá va mi recetario. Las comidas que cocino de verdad. Las recetas de mi mamá, mi nona, mi abuela, mi suegra, mi cuñada y mis amigas, que no quiero perder. Las cosas que disfruté sola, con mi novio, con mis amigos y mi familia. Las recetas que me piden, que ofrezco y que amo. Si les gusta, aprovechen.

lunes, 9 de julio de 2018

Emergencia culinaria: pesto de rúcula


¡Qué inspirada estoy! Debe ser mi incursión en Instagram.

Cuestión que esta receta nace de la necesidad de no tirar comida. No es momento. Nunca lo es.
La heladera de Nacho enfrió más de lo normal y mi planta de rúcula recién comprada se congeló y, por ende, ya no servía para ensaladas. Entonces pensé en el pesto.

El pesto se puede hacer de muchas verduras. El clásico lleva albahaca, nueces/piñones, ajo, parmesano y oliva. Pero de ahí pueden derivar otras cositas.

También tiene una versatilidad que permite que lo usemos, no solamente para pastas, sino como aderezo de carnes, en tostaditas (que es como lo comimos anoche), etc.

Les recomiendo mucho mi receta de pesto de arvejas, está por ahí en la página de Facebook y en el blog.

Este se hace así: Mixeamos 250 gr de rúcula, un diente de ajo, dos cucharadas de queso rallado, dos cucharadas de oliva y 50 gramos de almendras. Sal y pimienta y listo. ¿No es genial? Y encima es bastante light, Gisela… (Un día me va a leer la nutricionista y qué vergüenza)

Tuvimos el tupé: los mismos de las pizzas.

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