¿Qué es esto?

¡Qué tupé hacer un blog de cocina sin ser una profesional del tema! Acá va mi recetario. Las comidas que cocino de verdad. Las recetas de mi mamá, mi nona, mi abuela, mi suegra, mi cuñada y mis amigas, que no quiero perder. Las cosas que disfruté sola, con mi novio, con mis amigos y mi familia. Las recetas que me piden, que ofrezco y que amo. Si les gusta, aprovechen.

domingo, 27 de julio de 2014

Tarta de espinaca y hongos

Nada más divertido que hacer la comida con lo que hay en la heladera. Ahora bien, lo que hay en la heladera DEBE estar bueno. Si hay dos porquerías, mejor arrancar de cero.

Hoy tenía cosas copadas porque ayer fui a la feria (mi lugar de shopping favorito después de calle Gurruchaga). Así que fue fácil inventar una receta de tarta.

Primero, calenté el wok a fondo y le puse oliva. Luego agregué dos tipos de hongos que conseguí en la feria: shitakes y champis (todo vale, igual). Y una cebollita muy chiquita cortada en pluma (en tititas finas). No hay que mover mucho los hongos en el primer momento, porque largan agua y eso es la muerte de una tarta.

Cuando estuvieron cocidos, les agregué media copita de vino blanco y dejé que evapore todo, nada de líquido en el fondo. Ahí sumé los sabores: sal y pimienta, tomillo, albahaca y semillas de hinojo.

Había también en la feria una oferta interesante de espinacas lindas. Lavé un atado y lo agregué así entero. Las hojas se van achucharrando y, si llegasen a largar mucho líquido una vez cocidas, lo sacan.

Ya está todo cocido. Aproveché para sumar algunas cositas para hacerla más nutritiva, ya que estamos: semillas de sésamo integral y semillas de lino. También tenía unos tomates asados que otro día les explico cómo los hago.

Cuando se enfrió el relleno, lo puse en la tapa de tarta hojaldrada (si quieren ver la receta de la superfácil masa casera de mi madre, vayan al blog) y le agregué un poco de mozzarella desgranada y tres nueces rotas. Las nueces hacen todo más rico y dan felicidad, dicen.

Después la armé de manera rústica, o sea, le doblé los bordes hacia adentro sin mucha prolijidad. Me encanta porque queda más casera.

Tuve el tupé: yo (hoy y mañana seguramente)

sábado, 26 de julio de 2014

Papas Dauphinoise (o tipo "a la crema")

Creo que NO hay un plato de papas que no me guste. Siempre están buenas. Siempre.

Esta receta es un descubrimiento muy reciente. Las hice dos veces. Una hace unas tres semanas y la otra ahora mismo. En aquel primer momento, compartí el video de Jamie Oliver, autor de la receta que yo modifiqué de acuerdo a mis gustos y posibilidades. Y es que vengo fanatizada mal con todo lo gratinado. Debe ser el invierno o no sé. Pero les aconsejo que gratinen todo lo “gratinable”. La vida - que en estos tiempos pienso que es una mierda - se vuelve más bella.

1) Hay que cortar finitas papas y cebollas. Yo lo hice con la procesadora con su accesorio para rebanar. Pero si tienen mandolina o mucha paciencia y un buen cuchillo, es lo mismo. La proporción serían dos papas medianas y una cebolla.

2) Ponemos todo en una ollita y sumamos una hoja de laurel y romero, pimienta (sal, si quieren, yo no), una anchoa desmenuzada, unas tres cucharadas de crema (ahora, la verdad, lo estoy haciendo con queso crema porque no tengo crema de leche) y agua hirviendo hasta un cuarto de la preparación.

3) Todo al fuego bajito unos 5 minutos y luego se pasa a una fuente de horno y se le pone queso rallado por encima. Al horno hasta que dore de manera tal que uno no pueda resistirse.

4) Listo, en serio, ya está. Es genial.

Mientras escribo, siento el olorcito que ya largan desde el horno…

Tuve el tupé: yo (las dos veces)

viernes, 18 de julio de 2014

Alfajor Rogel de Val

Esta receta es originalmente de Val, mi amiga de Necochea. Pero hay que decir que mi mamá la recreaba deliciosamente y mi hermana es, a esta altura, una experta en Rogeles. Es más, acá les dejo la documentación fotográfica que prueba que mi mamá la tenía anotada con autora incluida.

La hice una sola vez, pero, como pasa con estas recetas que uno ve hacer una y otra vez, salió rica.

Arranquemos: primero hay que mezclar 3 yemas con 250 gr de harina y leche. La receta de mi mamá dice “3 cucharadas de leche”, pero yo le agregué más. Tiene que quedar una masa parecida a la de los fideos, con esa consistencia. Hay que dejarla descansar un rato y, luego, estirar 5 discos parejos, pincharlos con tenedor y cocinarlos hasta que estén sequitos.

Para la cubierta hay que hacer un merengue. El que les salga. Para mí, el merengue es un dolor de cabeza porque nunca me sale bien. Éste es el francés y me resultó genial:

Hay que batir a nieve 3 claras con una pizca de sal (parece que esto hace que las claras monten más rápido o algo así). Después se agregan de a poco 75gr (4 cucharadas) de azúcar común y 75gr (5 cucharadas) de azúcar impalpable. Siempre seguir batiendo.

Se arma con medio kilo de dulce de leche repostero y el merengue se coloca solamente arriba.

Tuvimos el tupé: Flavia, Mariano, Ariel y yo

sábado, 12 de julio de 2014

Tuvo el tupé... Mariana: pizza arrollada

Si les pasó algo como a mí (o sea, que se les dio vuelta sobre la tapa del horno la fuente de fideos gratinados que pensaban recalentar) y aún no tienen resuelta la cena, todavía hay tiempo para esta receta bien de sábado. Es de Mariana, y me la pasó y redactó hermosamente, como ella sabe hacerlo. Pinta no le falta, vean:

Si quieren comer algo distinto, si están cansado de comer la clásica pizza, les presento una variedad simple, la pizza arrollada.
Se necesitan los mismos ingredientes y cada uno le puede sumar los sabores y las variedades que prefieran. En muy útil como bocadito de copetín pero también puede ser un buen plato principal. Fácil de cocinar, fácil de servir si son muchos los comensales y principalmente fácil de degustar.
Los ingredientes principales son como en toda pizza la harina, preferentemente 0000, es mas refinada, hace que la masa sea mas fácil de amasar y levar.
Mi secreto para una buena masa de levadura además del amor, es el siguiente: Preparar en un bol la harina, nada de levaduras instantáneas, se pierde la magia! no hay que ser vagos preparar la levadura, en un tazón aparte, con una cucharadita de azucar y agua tibia (ojo con el agua, que no sea demasiado caliente porque quema el leudado)
Hacer un agujerito en el centro de la harina  ponerle sal en la parte exterior de aro que se forma, no tenemos que mezclar la levadura con la sal, dicen que reduce el efecto leudante.
Verter la levadura en el centro del aro y mezclar de a poquito con el resto de la harina agregar un posillo de aceite y empezar a unir, si falta liquido para unir los ingredientes el agua tibia es el elemento que nos ayudara.
Amasar con cariño eso hace que nuestra masa sea mejor!
Dejar descansar la masa aparte, obviamente ahí la magia es propiedad privada de la levadura.
Nos ocuparemos ahora de la salsa para la pizza, cada uno tendrá una preferida, lo que a mi entender lo que no puede faltar es el ajo, le da un sabor especial a cualquier salsa, nada de adobos para pizza ni condimentos raros el ajo es a mi entender la vedette de cualquier salsa.
Cuando ya tengamos lista la salsa, la masa ya levo hay que volver a amasar un rato para quitarle el gas a la masa. Preparen un buen palito de amasar porque ahora a diferencia de cualquier pizza necesitamos que nuestra masa sea bien finita. Hay que estirar la masa de un tamaño que nos permita darle tres vueltas como minimo al rollo relleno, y que quepa en una fuente de horno, ahí lo dejo al gusto y posibilidades de cada uno.
Estirada la masa hay que pintarla toda con nuestra salsa, y rellenar a gusto. No hay que exagerar, la masa finita no debe romperse porque perderá presencia nuestro plato.
A mi me gusta con jamón, muzzarella y aceitunas, pero también puede ser una buena opción la panceta y los ajíes verdes en tiritas finitas, o el queso azul  o lo que uds gusten de una pizza.
Tuvimos el tupe, Juan Cruz, Thiago Valentina y yo. Oficio de degustador, Ariel.



viernes, 11 de julio de 2014