Bueno, venía Ceci a visitarme y no tenía nada para acompañar
el mate. Así que hice este budincito que, además de ser muy rico, es más que
fácil.
Aunque esta vez lo hice en su versión “naranja”, la
verdadera receta es con limón. Ambas son igualmente deliciosas y pertenecen a
Dolly Irigoyen.
Es una torta de estilo italiano, y me hizo acordar a mi nona
que casi nunca usaba manteca en sus recetas de pastelería sino aceite. La
famosa torta de aceite de la nona con ese azucaradito encima es inolvidable,
¿no familia?
Bueno es así. Hay que mezclar tres huevos con 200gr de yogur
natural. Yo conseguí un yogur que es de limón. Uno que viene en frasquito de
vidrio y tapa plástica que AMO. Porque, entre mis tantos trastornos, soy una acumuladora
de frasquitos compulsiva.
A eso se le agrega ralladura de dos limones o naranjas, una
taza y media de harina leudante y una taza de azúcar.
Cuando todo esté mezclado sumamos una taza de aceite de
oliva y mezclamos hasta homogeneizar. Si no hay oliva, no importa, sale girasol
también.
Bueno, al horno y mientras tanto, el almíbar. Hay que llevar
al fuego el mismo volumen de jugo de naranja/limón que de azúcar. Cuando hierve
y el azúcar se fundió, listo.
Es importante poner el almíbar en la torta mientras la misma
está caliente, para que absorba bien. Yo pincho un poco la torta con un palillo
para ayudar.
Desmoldar cuando esté fría.
Tuvimos el tupé: Ceci y yo. Y, si mañana el tiempo nos
acompaña, Mariano y Flavia (Mandy no, porque es muy chiquitita)
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