¿Qué es esto?

¡Qué tupé hacer un blog de cocina sin ser una profesional del tema! Acá va mi recetario. Las comidas que cocino de verdad. Las recetas de mi mamá, mi nona, mi abuela, mi suegra, mi cuñada y mis amigas, que no quiero perder. Las cosas que disfruté sola, con mi novio, con mis amigos y mi familia. Las recetas que me piden, que ofrezco y que amo. Si les gusta, aprovechen.

domingo, 22 de junio de 2014

Risotto de hierbas y limón: Sí, ahora como arroz.

Los que me conocen hace mucho y han compartido almuerzos, cenas y viajes conmigo, saben que el arroz siempre fue la única comida que no me gustaba. Nunca supe bien por qué: quizás la vinculo con una época de crisis económica en mi casa o quizás mi mamá no lo hacía muy delicioso (a ella temo que tampoco le gustaba). La cuestión es que estuve al menos 20 años sin comer arroz – salvo algunas anécdotas que no vienen al caso.

Hace más o menos un año le hice a Ariel un arroz con pollo a pedido, porque jamás se me hubiese ocurrido. Y olía tan bien que lo probé: Me gusta el arroz, qué bien…

No lo paso frío en una ensalada ni en una sopa ni loca. Pero las paellas y los risottos me encantan.

Probé hace un tiempito esta receta de Narda (con mis modificaciones, obvio) y salió muy bien. La comparto:

1)      Primero, para hacer un risotto hay que tener un caldo bueno. En invierno en mi casa siempre hay porque amo comer sopa todos los días si es posible. Y tiene que mantenerse tibio todo el tiempo de la cocción del arroz.

2)      Ahora sí, hay que picar cebolla y ajo bien chiquito y rehogarlos.

3)      Luego se agregan dos tazas de arroz y se va revolviendo hasta que se ponga transparente. El arroz no puede ser el que “nunca se pasa ni se pega” porque el risotto es una preparación cremosa y nunca se llega al efecto con esa variedad. Yo usé uno de grano largo fino.

4)      Ahí se le agrega media taza de vino y media taza de jugo de limón. Y se espera a que evapore casi todo el líquido.

5)      Luego se va agregando el caldo de a cucharones, revolviendo, hasta que el arroz esté listo. Aproximadamente 20 minutos. Pero un ratito antes, se le suman las hierbas. Yo puse las que tenía: orégano fresco, tomillo seco y estragón seco. Narda le ponía orégano, tomillo, salvia y perejil. Prueben. Y además, una cucharada de alcaparras que yo piqué groseramente.

6)      Técnicamente, el risotto se saca del fuego y se “monta”, es decir que se le agrega manteca fría y mucho queso rallado. Yo le puse muy poca manteca y el queso lo obvié, pero solamente para que no sea una bomba.

7)      Para acompañar, pensé algo que se haga fácil, rápido y que no lleve mucha elaboración, ya que el arroz requiere atención constante. Corté en tiras una pechuga y la cociné en una sartén con muuuuuy poca aceite vuelta y vuelta.


Tuvimos el tupé: Ariel y yo

No hay comentarios:

Publicar un comentario