El miércoles nos juntamos con Jime en uno de nuestros
encuentros maratónicos. Ella me mandó una receta para que hagamos de postre de
medallones de menta y coco que estaba medio difícil de ingredientes (aceites de
coco, de menta, difícil). Entonces le pasé a Jime una receta que me había
compartido Noe (mi hermana) que era fácil y fuimos entre las dos pensando cómo
hacerla y transformarla para hacer también de coco. Terminamos reproduciendo
una receta pero también creamos una. ¡Qué tupé!
Así que llevé algunos ingredientes yo y otros aportó Jime y
nos salieron estas delicias.
La mano va así: mezclamos 300 de azúcar impalpable con una
clara hasta que quede como una masa fácil de manipular a mano. A eso por un
lado se le puede agregar esencia de menta (antes de mezclar, claro) o coco
rallado a gusto con esencia de vainilla. Luego hicimos bolitas y las aplastamos.
Dejamos los medallones en el freezer para que sequen y mientras derretimos
chocolate cobertura. Jime, con su prolijidad y sentido de la estética, las
pintó de un lado, esperó que el chocolate seque en el freezer y luego las dio
vuelta y las terminó de pintar.
Además de quedar ricas, quedaron herrrrrmosas. Se me ocurre
que se les puede agregar otras esencias – cuando fui a la repostería tenían
esencias de lo que se les ocurra. O también alguna cosa crocante, no sé. Creen.
Tuvimos el tupé: Jime, Dani y yo
Promesa: tendrán el tupé Noe (que se enojó un poco porque ella
me había pasado la receta), Dani y Wandi. Y Marce. Paren un poco que lo mío no
es la pastelería.
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