¿Qué es esto?

¡Qué tupé hacer un blog de cocina sin ser una profesional del tema! Acá va mi recetario. Las comidas que cocino de verdad. Las recetas de mi mamá, mi nona, mi abuela, mi suegra, mi cuñada y mis amigas, que no quiero perder. Las cosas que disfruté sola, con mi novio, con mis amigos y mi familia. Las recetas que me piden, que ofrezco y que amo. Si les gusta, aprovechen.

miércoles, 18 de enero de 2017

¿Alguien dijo “granola”?

 A decir verdad, no es la primera vez que la hago. Ya lo había intentado dos veces sin éxito. Why? Llamémosle “distracción y sobrecocción” en la primera ocasión y “demasiada improvisación te matará” en la segunda.

 El verano me suele dar la paz para hacer este tipo de cosas sin error. Y es importante, porque la verdad que no es una receta necesariamente económica.

Suele pasar que, una vez que uno se olvida de la mala experiencia, repite el intento. Fíjense: pasa con las películas que no pudimos continuar viendo, con la cola del Nini y con las relaciones. Bueno, con las recetas que a uno le gustan mucho, también sucede.

Hace algunas semanas, fuimos con mi hermana y dos amigas a desayunar a La Trufa en la CABA. Un lugar muy hermoso que recomiendo ampliamente. Con Noe pedimos un desayuno para compartir que incluía un yogur natural con frutas y granola casera. Fue la gloria, lo amamos (salvo porque las peras no estaban peladas – cosas mías). En fin, ese yogur fue revisado en nuestras conversaciones varias veces y hoy dije: hagamos granola.

Busqué una receta de Narda y la hice casi igual, salvo que cambié muchos ingredientes porque no los tenía pero respeté el peso de todo y, esta vez con cronómetro, los tiempos.
Primero hay que poner en una placa limpia 200 gr de frutos secos (yo usé nueces, maníes, castañas, almendras y quinoa) y llevar eso al horno medio por entre 6 y 8 minutos. En la mitad, remuevan así se van tostando parejo y fíjense los tiempos según su horno, no se distraigan.

Luego sumamos 250 gr de los siguientes ingredientes: semillas de girasol, coco rallado y avena. En esta etapa Narda también usaba lino, sésamo y germen de trigo, pero yo no tenía así que aumenté las cantidades de los otros ingredientes. Siéntanse libres de improvisar también según sus gustos y posibilidades. Otra vez al horno 6 a 8 minutos y mezclando.

Mientras tanto, vamos a llevar a baño María 150 gr de miel y 4 cucharadas de azúcar hasta que se fundan. La receta proponía azúcar rubia pero yo no tenía más que común, lamentablemente. Vean.
Ahora volcamos los frutos y semillas en un bowl y le sumamos 50 gr de pasas de uva, luego sumamos la miel y el azúcar y mezclamos asegurándonos que todo se embeba.

Aceitamos o enmantecamos una placa y volcamos toda la mezcla ahí. Al horno nuevamente unos 10 minutos. ¡ATENCIÓN! Acá es donde más riesgo hay de que se queme, por la incorporación del azúcar. Así que un ratito antes, se fijan.

Listo. Rinde un montón y (cuidado) es altamente adictiva. Puede acompañar yogur, helado, postres… Una genialidad. También Narda proponía ponerle pochoclos o tutucas. Qué sé yo, da para mucho… 
Me pregunto si habrá una versión salada…


Tuvimos el tupé: yo (y la otra mitad es para Noe)

jueves, 12 de enero de 2017

CHUTNEY DE CIRUELAS

 Como les venía diciendo en la publicación anterior, los ciruelos de la casa de mi papá tuvieron un verano agitado. Aparte de la mermelada que mi papá me pidió, aún quedaban muchas por darles destino. Busqué y busqué y encontré este chutney en la página de Jaimie Oliver. Van a ir viendo que hice varias modificaciones, como siempre.

El chutney es una mermelada agridulce, ideal para acompañar quesos y cerdos. Con esta receta salieron dos frasquitos y les di destino ideal: dos personas que saben apreciar los sabores diferentes. Ya verán hacia el final.

Empezamos picando una cebolla chica y un diente de ajo. Los doramos en una cucharada de aceite hasta que estén marrones. No le pongan sal, porque eso hace que se transparenten y necesitamos que se doren.

A esto le sumamos 5 clavos de olor, 3 hojas de laurel, media cucharadita de jengibre en polvo y media de canela y cocinamos un ratito.

Agregamos un kilo de ciruelas cortadas en cubos, 400 de azúcar rubia (yo mezclé integral, negra y blanca porque no llegaba al peso de la receta) y ralladura de una naranja. Revolvemos y sumamos el jugo de una naranja y 300 cc de champán. Y este es mi aporte, porque en lugar de champán decía “vinagre de sidra”. Tenía medio champán del 31, pero vinagre de sidra… no es muy usual, ¿verdad? Se me ocurre que también podría reemplazarse con vinagre de manzana  o con sidra. Ahora llevamos a hervor en fuego fuerte y una vez que llega a ese punto, bajamos el fuego y cocinamos hasta que el líquido haya casi desaparecido por completo.

No queda bien que yo lo diga, pero de verdad quedó delicioso.

Tuvieron el tupé: Noe y Dani (un frasquito cada una)


PD: Gracias, Noe, por las hermosísimas fotos J

martes, 3 de enero de 2017

Torta de ciruelas escondidas


En el fondo de la casa de mi papá hay dos ciruelos. Dan esas ciruelas que se llaman “remolacha”, las que adentro son también rojas, no amarillas.

La semana pasada mi papá me trajo dos bolsas con tres kilos de ciruelas y me dijo: “Hacé unas mermeladas”. “Mil kilos de mermelada”, pensé. Decidí hacer un kilo de mermelada y ver qué hacer con lo demás.

Y encontré esta torta que me dio la vida. Primero porque es riquísima. Pero por sobre todas las cosas porque es una de esas recetas de torta de aceite que necesitaba y no tenía, porque la gente las hace “a ojo” y no te da la receta… (La gente son mi nonna, mi tía María y mi amiga Marcela, btw). Estaba en la página de Cocineros Argentinos. Pero la hice muy mía porque modifiqué varias cosas acorde a lo que tenía en la heladera y siguiendo mi intuición. Esto salió:

Batir 3 huevos, media taza de aceite y 200 gr de azúcar. Sumar esencia de vainilla  y 200 gr de harina leudante. Verter en una tortera enmantecada y enharinada. Cubrir la superficie con mitades de ciruelas descarozadas (con la cáscara hacia arriba). Sí, se van a hundir en la cocción (por eso es “escondida”). Por último, espolvorear con azúcar. Llevar a horno medio por 30 minutos (vean, mi horno es muy fuerte).

Se me ocurre que se puede hacer con damascos, bananas, manzanas, peras, pedacitos de dulce de membrillo o batata. Basta de dar vueltas: encontré mi torta básica y ya soy feliz.


Tuvimos el tupé: por ahora yo. Vengan a tomar mate porque me la termino!!!