Amo hacer dulce.
Quizás más que comerlo. Debe ser la sensación de cocinar para algo
que se consume todos los días, o la idea de poder repartirlo entre
lxs cercanxs.
Esta vez hice poco,
por falta de frascos. Y de peras porque están divinas.
Bien, es así de
fácil: cortamos y pelamos peras. Y las ponemos a hervir con un
chorrito de agua. Cuando estén blanditas, podemos pisarlas un poco
con pisapapas y les agregamos azúcar (por cada kg de peras, 200 gr
de azúcar), una cucharada de canela, y un chorrito de esencia de
vainilla.
Dejamos cocinar
hasta que tome consistencia de mermelada. Para chequear, saquen una
cucharadita, métanla en el freezer para que endurezca y fíjense si
está.
Luego envasen en
frascos esterilizados, especialmente si no los van a consumir
inmediatamente.
Tendrá el tupé:
Nacho (apuesto que le va a durar una semana)
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