Pues mañana partimos a la ciudad de Santa
Fe con parte del coro… Sí, otro viaje con el coro, éste medio relámpago y
buscando aprender, cantar y estar de joda. Haciendo nuestra gracia, bah.
Así que vamos en caravana de autos y aunque
iba a llevar una torta, pensé que unas galletitas iban a ser más cómodas
(especialmente para el conductor).
Las galletitas envasadas son muy ricas pero
son veneno, ¿sabían? Bueno, por las dudas. Estas no son LO SALUDABLE, pero
digamos que equilibran un poco y sabemos lo que tienen, que no es poco.
La cosa es así de fácil: derretimos 75gr de
manteca (al microondas es un trámite), le sumamos a eso una taza de azúcar
integral y media de azúcar común. Batimos con batidora (idealmente) y le
sumamos unas gotas de esencia de vainilla, una cucharadita de canela, un huevo
y una yema. Siempre batiendo.
Ahora con una espátula vamos integrando 2 tazas
de harina común, media cucharadita de bicarbonato y media de sal.
Finalmente agregamos una taza y media de
avena y una taza de pasas.
Yo fui armando bolitas y las aplasté en la
fuente donde las cociné. No las pongan muy juntas por si se dispersan. El horno
tiene que ser medio. Como verán, alcanzan un montón y son muy ricas.
Tendremos el tupé: Nacho, Sole, Milo y yo
(y, si llegan a Santa Fe, las probará el resto de la comitiva – Noe, Lula,
Chivi, Esteban, Nestor, Dany y hasta el Maestro capaz :P ) ¡¡¡Buen viaje!!!