¿Qué es esto?

¡Qué tupé hacer un blog de cocina sin ser una profesional del tema! Acá va mi recetario. Las comidas que cocino de verdad. Las recetas de mi mamá, mi nona, mi abuela, mi suegra, mi cuñada y mis amigas, que no quiero perder. Las cosas que disfruté sola, con mi novio, con mis amigos y mi familia. Las recetas que me piden, que ofrezco y que amo. Si les gusta, aprovechen.

viernes, 27 de febrero de 2015

Dip de cebolla (por ahora)

Esta receta la encontré en una colección de la revista Para Ti de mi amiga Marcela. Me la prestó en enero y, con todo el tiempo que tengo de sobra en enero, me tomé el trabajo de pegar post-its en las recetas que me interesaban y después las escaneé para que queden en mi computadora. Sí, puedo ser así de metódica. Lo dije.

En fin, a mí los dips me encantan para las picadas. Primero porque son ricos y segundo porque evitamos la situación papitas-chizitos-palitos-maníes que son tan grasosos y tienen tanta sal, aunque sean ricos, obvio.

La cosa es así: hay que asar en el horno dos cebollas medianas con un hilito de oliva y cortadas en cuartos. También pueden aprovechar un día de asado y las mandan con cáscara a las brasas un rato. Lo bueno de este tipo de cocción es que la cebolla pierde toda su acidez y no cae mal.

Luego, se pasa por la procesadora y se hace un puré al que se le suman: tres cucharadas de mayonesa, tres cucharadas de queso crema (recomiendo Finlandia light, pero como quieran), una cucharada de jugo de limón, un poco de pimienta, sal, orégano, tomillo y una cucharada de salsa inglesa (si no tienen, háganlo igual, no sean tarambanas).

Yo, antes de hacer el puré, separé las capas de afuera de las cebollas, que quedan doradas, las piqué y las usé de decoración.

¿No les dan ganas de probarla con otras verduras “asables”? Calabaza, berenjena, tomate, morrón, zucchini, etc… Voy a hacer el intento y les cuento.


Tuvimos el tupé: Bet y yo